Malibú fue parte de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato y se planea un estreno pantallas durante el primer trimestre de 2022.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).– El caos del tráfico de la Ciudad de México y todos los sentimientos que esto provoca son retratados en la película mexicana de acción Malibú, que tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).
El filme de Víctor Velázquez, que es una propuesta diferente en la filmografía actual, surgió del sentimiento de impotencia de quedarse en medio de un mar de autos en una gran urbe como ésta y donde el tiempo está sobre los hombros sin tener opciones, sólo la de dejar volar la imaginación e imaginar pasar sobe los carros para poder llegar.
"Surge de la necesidad de contar esta vida que pronto llevamos como citadinos, de tanta violencia, de tanta agresividad, y de tanto estrés en el que ya estamos muy dispuestos a mentarle la madre al otro, a empujarlo si no nos dejó pasar. Tanta disposición hacia la agresión que nos olvidamos de que a lo mejor el otro también está teniendo un mal día, de que tal vez le esté pasando algo", cuenta Velázquez en entrevista con SinEmbargo.
Malibú presenta a Gloria (Marisol Rivera) y Ernesto (Tiago Correa), dos sujetos que están pasando por uno de los perores momentos de su vida y que coinciden en un choque que les cambia la vida.
El director, que presenta su ópera prima, explicó que quizo realizar esta cinta para mostrar la salud mental tan deteriorada de los capitalinos que lidian a diario en las calles. El género de acción vino como consecuencia en respuesta a su historia:
"Fue una respuesta natural. Trataba de contar una historia de estos personajes que están en el límite de nuestra sociedad y surgió un poco de manera natural el rollo de esos coches. El rollo de los autos era naturalmente la acción, el tener secuencias de autos se dieron sin buscar el género, sino buscando contar la historia de manera libre".
Gloria acaba de terminar su matrimonio y no tiene a dónde ir, y a Ernesto lo persigue un pasado doloroso. Ambos, regidos por la ira y la pena, sin nada por perder buscan en la velocidad cierta libertad y también obtener ganancia de ello provocando choques.
Desde los primeros minutos, el espectador es testigo de la acción. Escenas con persecuciones de autos y explosiones a loq eu no estamos acostumbrados en la filmografía mexicana.
Marisol Rivera se aventuró a filmar las escenas sin una extra. Tomó clases de precision driver y saltó a la acción:
"Creé mucha conciencia de en qué me había metido, eso hace que lo hagas con compromiso y con responsabilidad. Fue un trabajo que me pidió más, no nada más el tema histriónico sino el tema de trabajo en equipo, de responsabilidad. Recuerdo que me decían en mi curso de manejo cuando era adolescente que el auto era una herramienta que podía matar a alguien. Entonces, estar con los coches en estas escenas de acción con esa responsabilidad que lleva de traer a tu compañero, traer al fotógrafo, y hacerlo con sin lastimar a nadie, se conjugaba en una responsabilidad mayor".
Más allá de mostrarnos a un personaje empoderado, como es el de Gloria, una mujer rodeada de un sistema patriarcal que lucha con ello, lo que deseaba el director era generar empatía por el simple hecho de ser un ser humano.
"Yo intentaba, más que otra cosa, hacer una reflexión sobre la empatía, más allá del género. Creo que es necesario pensar en el otro. Evidentemente está toda esta carga que tienen las mujeres en el sentido de luchas contra el esquema machista en el que está construida la sociedad mexicana. Sin embrago, más que eso, es verlo desde la empatía. Decir, como mujer ocurre todo esto, pero también como ser humano ocurren todas estas cosas".
Malibú fue parte de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Guanajuato y se planea un estreno pantallas durante el primer trimestre de 2022. No obstante, aún no se sabe si llegará directo a streming o se buscarán salas de cine.